En Francia, casi cien mil puestos de trabajo permanecen vacantes, a pesar de que la tasa de desempleo es del orden del 7,8%. Esta escasez de mano de obra nunca había sido tan evidente como lo ha sido con las secuelas de Covid-19. Esta situación afecta a muchos sectores en todo el mundo, pero especialmente a la industria del transporte terrestre. Sí, ¡los camioneros ya no son tan populares como antes! Este hecho deplorable y preocupante pone de manifiesto un problema bastante delicado que es preciso resolver. En este artículo hablamos de ello.
¿Está realmente pasada de moda la conducción de camiones?
Lamentablemente, la respuesta es sí. Según una encuesta realizada en 2019, los camioneros se encuentran entre los 5 trabajos menos atractivos. El problema no es solo en Francia. Thomas Larrieu, director general de Upply, una empresa dedicada al análisis de los precios del transporte de mercancías y a las soluciones digitales, afirma que en 2017 había una escasez de casi 50.000 conductores en Estados Unidos, frente a los 80.000 actuales.
Podríamos darle más cifras. Por ejemplo, un informe de la consultora Transport Intelligence señalaba el pasado mes de agosto que a la industria europea del transporte terrestre le harían falta unos 400.000 conductores. Eso es alrededor del 20% de la mano de obra actual. ¡Evalúe usted mismo la brecha!
Seamos realistas: los jóvenes ya no sueñan con ser camioneros. Por el momento, esta escasez de recursos humanos no está teniendo un gran impacto en la salud de las empresas. Sin embargo, la recuperación económica que se está produciendo en 2022 podría cambiar las cosas. Esto podría provocar graves problemas de abastecimiento.
¿Cuál es la razón de esta escasez?
Una de las principales razones de esta escasez son las condiciones de trabajo de los conductores. Piénselo: hay que trabajar casi 56 horas a la semana, levantándose a las 5 de la mañana sin saber de antemano a qué hora se va a volver. Este tipo de responsabilidad no hace que la vida familiar resulte fácil.
Además, los sueldos no motivan realmente a nuevas personas a entrar en la profesión. La mayoría de las veces estos no superan el salario mínimo. Este bajo nivel se debe en gran medida a las maniobras de dumping social a las que suelen recurrir las empresas de transporte terrestre. Si se tiene en cuenta este detalle y el hecho de que hay que trabajar muchas horas y muy duramente, la motivación es escasa.
Por ello, siguiendo el ejemplo del Reino Unido y de los Países Bajos, el empresariado francés ha decidido actuar sobre el nivel de los salarios. Se están llevando a cabo varias negociaciones con los interlocutores sociales. Si se concluyen con éxito, es probable que veamos un aumento de los salarios mínimos de hasta el 5% este año. Esto sería un buen comienzo.
Atraer a más jóvenes y mujeres: un reto importante
El aumento de los salarios no es el único problema para las grandes empresas de transporte. También necesitan atraer a una mano de obra más joven, especialmente femenina. Solo el 2% de los conductores de camiones en Europa son mujeres, mientras que en Estados Unidos la cifra es del 11%. Por lo tanto, si se trabaja para convencer a las mujeres de que se incorporen a la profesión, habrá más posibilidades de reducir esta escasez.