Desde el anuncio de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), son muchos los que se preguntan sobre el comercio de bienes en Europa. Los flujos comerciales, la caída del PIB y la inversión son cuestiones que ocupan un lugar central en los debates de las distintas reuniones internacionales. Sin embargo, las cifras y acuerdos previstos, indican un florecimiento en el comercio de mercancías entre los países europeos. En este punto, lo único que inquieta a los agentes económicos son las inversiones respecto a otros años.
Una dinámica bastante favorable en el comercio de bienes en Europa
En el contexto de la crisis económica, que no ha dejado casi ningún continente intacto, Europa es sin duda una de las zonas que ha conseguido mantener el equilibrio. Cabe señalar que los objetivos de la Unión Europea eran los de impulsar el comercio de bienes en Europa para abrirse a una zona de crecimiento sostenible. Si nos atenemos al peso del continente en los flujos comerciales mundiales, estos objetivos parecen haber sido alcanzados. En efecto, el PIB fue de 16.210 miles de millones de dólares en 2015. Esto se traduce en un crecimiento del 22% del PIB mundial, similar a los Estados Unidos considerados como una nación-estado. Si se continúa en la misma línea de integración en la UE, el comercio de mercancías será más dinámico que en la actualidad.
Las cifras también demuestran que Europa ocupa un lugar muy importante en el comercio mundial. El continente sigue siendo el principal socio de Estados Unidos, China e India. Esto le convierte en la principal potencia comercial del mundo por delante de China y del país del Tío Sam.
Un lugar de prestigio en las negociaciones comerciales
Aunque todavía no se hayan alcanzado algunos objetivos, Europa va cada vez mejor en términos de inversión. La Unión Europea ha sido el destino preferido de los flujos de inversión desde 2010. En la actualidad, tres grupos europeos (Shell, VP y Total) se encuentran entre las ocho multinacionales con mejores resultados del mundo. Además, el continente ha logrado un gran volumen de IED (inversión extranjera directa) en distintos sectores.
En el ámbito de la circulación de mercancías, la política aduanera y las normas comerciales comunes han permitido mantener un buen equilibrio comercial. Igualmente, se han promovido negociaciones comerciales que han permitido revitalizar el comercio entre países. Se han producido asimismo avances significativos en sectores que estaban seriamente amenazados. Se trata de áreas como son las finanzas, la energía, la industria del automóvil, el mercado farmaceútico o la cosmética. En cuanto a la tasa de producción se han observado mejoras respecto a los años anteriores. Los agentes locales vuelven a ser protagonistas en este tipo de comercio de bienes en Europa.
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