Actualmente, el sector del transporte por carretera se enfrenta a una seria falta de camioneros. Peor aún, si no se toman medidas, la tendencia es a que el problema se agrave en el futuro. Los profesionales actuales están a punto de jubilarse, y a las empresas les cuesta mucho encontrarles sustitutos.
Hoy vamos a analizar posibles soluciones para combatir esta escasez:
El reto de encontrar nuevos camioneros
Hoy en día tenemos unos 5 millones de camioneros circulando por Europa, cuando harían falta al menos 6. Los empresarios con vehículos tienen problemas para encontrarles conductores, y esto no va a mejorar con los retrasos en la introducción de vehículos autónomos.
Podemos observar tres elementos clave para atraer a nuevos perfiles al mercado:
Primera solución a la falta de camioneros: recuperar el prestigio de la imagen del sector del transporte por carretera
En los 70, las películas de camioneros eran prácticamente su propio género. Hoy en día, es difícil ver representado un camionero en un papel protagonista en una superproducción. No significa que haya que reclamarle a Hollywood el declive de los camioneros, pero es un síntoma de la perdida de prestigio de la profesión.
Los camioneros tienen un trabajo honesto y crucial para la sociedad, y la gente no parece valorarlos así. Su representación actual en medios es mayormente figurativa, y rara vez positiva. Si queremos atraer a nuevos perfiles, un cambio en la representación de los profesionales del transporte podría ser un impulso fuerte.
Segunda solución a la falta de camioneros: revalorizar los salarios de los camioneros
Ser camionero es un trabajo duro. Largas horas en la carretera se juntan con las dificultades de conciliar la vida laboral. Dormir lejos de la familia y comer siempre en estaciones de servicio es muy sacrificado, y es lógico esperar una buena compensación por ello. ¿Pero les pagan suficiente por sus esfuerzos?
Lo cierto es que los profesionales del sector se sienten muy mal pagados. Incluso en plena escasez de conductores, las empresas aún no compensan sus esfuerzos. Algunos países llegan a pagarles el sueldo mínimo. Siendo un trabajo muy demandante y crucial para la sociedad, un aumento de los salarios es justo y necesario. Nadie va a aceptar la dura vida en la carretera si puede recibir el mismo salario en una hamburguesería.
Obviamente, los empresarios son reticentes a este cambio. No dudo que la mayoría del sector está de acuerdo con el concepto, pero su ejecución es muy dura económicamente. Las empresas de logística ya se enfrentan a otro montón de problemas actualmente. Pese a ello, es importante insistir y perseverar en este cambio, porque la perdida de profesionales va a acabar siendo más cara para todos que el aumento del salario.
Tercera solución a la falta de camioneros: Mejorar las condiciones de trabajo
Incluso con un buen sueldo, el camionero aún se pasa la vida en su camión. Aunque su jornada laboral sea de 56 horas por semana, la realidad es que el camionero no «vuelve a casa» cuando termina sus horas diarias. El conductor se encuentra la mayor parte de sus «horas libres» realizando descansos tan necesarios como obligatorios.
Aún en mitad de la carretera, el conductor termina su jornada muchas veces en un área de servicio. No todas las áreas de servicio son iguales, y no es raro que el profesional tenga que pasar la noche en su cabina, que no está diseñada para esta función.
Al pensar en mejoras para los camioneros, es importante no limitarse solo a pagarles más. Es necesario valorar nuevos modelos que les ayuden a hacer sus periodos de tránsito más cómodos, y a conciliar mejor su vida personal. Especialmente para las empresas con muchos conductores en plantilla, un buen punto de partida es preguntarles a ellos. Sin duda los profesionales tienen muchas ideas sobre como mejorar su trabajo esperando a ser escuchadas.
Conclusión
Sin duda las ideas propuestas no son nada innovadoras. Como ya hemos mencionado, seguro que todos los empresarios del transporte entienden que la falta de camioneros tiene todo que ver con sus condiciones. El problema, como siempre, son los costes.
Quizás ayudas de los gobiernos, y la introducción de los vehículos autónomos, ayuden a aliviar esta carga, pero hasta entonces, depende de las empresas resolver el problema. Asumir estos cargos es duro, y lo sabemos. El combustible no para de subir, y la competencia aumenta. Pero al final del día, ¿cómo va a funcionar tu empresa si nadie trabaja en ella?