El año 2021 no ha sido fácil para la industria del transporte. Se caracterizó, en particular, por un aumento en los precios de la energía. Esta fuerte variación ha afectado a los precios de los servicios de transporte de mercancías. Al mismo tiempo, la calidad de estos servicios ha disminuido debido a la falta de capacidad y a la escasez de mano de obra. En resumen, ha habido muchos problemas operativos. ¿Qué nos depara este año? ¿Desaparecerán las dificultades experimentadas por los grandes cargadores? Este artículo analiza las perspectivas del transporte terrestre europeo.
La escasez de conductores no amainará en el corto plazo
Desde mucho antes de que se produjera la pandemia, la industria del transporte terrestre carecía de mano de obra. ¡Se había estimado que la escasez llegaría a los 25.000 para el año 2023! Pero con los sucesivos cierres, mucha gente empezó a comprar por Internet. La entrega de última milla se ha disparado y con ella la brecha entre los camioneros disponibles y la demanda.
Esta situación de momento no ha amainado. Puede que incluso empeore este año. Afortunadamente, los principales transportistas ya están comenzando a adoptar soluciones para corregir este problema. Por ejemplo, están capacitando a muchos más conductores a través de sesiones en colegios comunitarios y a través de organizaciones privadas que ofrecen formación profesional.
Por otra parte, las iniciativas de retención han mejorado significativamente. Los trabajadores tienen derecho a salarios elevados, prestaciones y buenas condiciones de trabajo. También gozan de planes de bonificación en materia de seguridad para fomentar así una conducción más segura. Estos cambios tienen el potencial real de animar a más personas a entrar en la profesión y de ayudar a los operadores de flotas a desarrollarse.
La entrega de última milla alcanzará cifras récord en 2022
Las ventas en línea han alcanzado un punto álgido. En mayo de 2020, éstas habían alcanzado la cifra récord de 3.900 millones de dólares; esta tendencia ha continuado en 2021. Para adaptarse mejor, las empresas han contratado a muchos conductores repartidores para la última milla. Esto les ha permitido proponer una entrega más rápida a sus clientes y fidelizarlos.
Es cierto que el salario de un conductor de camión para entregas de última milla es inferior al de un trabajador de larga distancia. Sin embargo, muchas personas eligen esta modalidad de trabajo para tener una vida más equilibrada. Este año, la entrega de última milla gozará de muy buena acogida.
Hay que tener en cuenta que las operaciones de entrega de última milla plantean verdaderos retos para las empresas. La mayoría de ellas son nuevas en el sector del transporte terrestre y todavía tienen que invertir tiempo para adaptarse a las nuevas tecnologías, especialmente a la telemática. Este es el precio que tendrán que pagar si quieren beneficiarse realmente de la vitalidad del comercio en línea de estos últimos años.
En resumen, 2022 será un año muy estratégico y decisivo para la industria del transporte terrestre. La escasez de conductores no desaparecerá. Pero, por otro lado, la entrega de última milla se impondrá. El sector del transporte terrestre debe tener en cuenta estas tendencias y utilizarlas en su favor.