El sector del Transporte Internacional de Mercancías (TIM) es uno de los pilares de la sociedad de consumo de hoy en día. Basta con ver el crecimiento exponencial del comercio electrónico para darse cuenta de ello. De hecho, son los medios logísticos propios del sector los que permiten a las empresas enviar sus paquetes a los clientes finales. Hoy, más que nunca, el negocio del transporte internacional de mercancías debe ser racionalizado, eficiente y reactivo para hacer frente a las dificultades que surgen. ¿De qué dificultades estamos hablando? Este artículo presenta tres de ellas.
Precauciones especiales que deben tomarse en el transporte internacional de mercancías
El envío de mercancías a nivel internacional no es un trabajo sencillo. De hecho, para tener éxito en este tipo de intercambio comercial, toda empresa está obligada a tener cuidado con las mercancías que se envían. Algunos envíos requieren de un tratamiento especial o de precauciones particulares. De lo contrario, no podrán soportar el viaje y sufrirán daños.
Este es el caso, por ejemplo, de las mercancías perecederas o aquellas consideradas como peligrosas A veces, para determinados envíos, es necesario garantizar que la carga no se almacena en el mismo compartimento que otros productos. Los especialistas en logística también tienen que pensar en un embalaje eficaz y en instalaciones de protección para preservar estas mercancías. Esta planificación requiere de un tiempo considerable.
El almacenamiento de las mercancías es muy importante en el transporte internacional de mercancías. Si la carga presenta daños, la empresa de transporte será considerada como responsable y tendrá que asumir las consecuencias. En algunos casos, el coste de las reparaciones que hay que pagar al cliente puede alcanzar los millones de euros. Para evitar que esto ocurra, es importante hacer frente a las dificultades que supone la naturaleza de este envío.
Requisitos reglamentarios que deben cumplirse
La segunda gran dificultad del transporte internacional de mercancías son las limitaciones reglamentarias que enmarcan la actividad. Antes de enviar la carga de un país a otro, la empresa debe tener en cuenta el marco normativo de dichos estados y asegurarse de que cumple todas las condiciones establecidas. Sin embargo, ¡no es algo tan sencillo!
El marco normativo varía mucho de un país a otro. Algunos países son mucho más estrictos que otros. Requieren certificados específicos, declaraciones aduaneras o licencias de comercialización. La empresa de transporte internacional debe estudiar cada especificidad y cumplir con ellas. De lo contrario, no se le permitirá realizar intercambios comerciales a nivel internacional en dicho país.
Las limitaciones establecidas por cada país hacen que el comercio internacional sea un asunto complejo. Hacen que el trabajo sea más complicado para las empresas que operan dentro del transporte internacional de mercancías.
Dificultades relacionadas con la ubicación geográfica
Algunas zonas del mundo son de difícil acceso. Esto se debe a menudo a las condiciones meteorológicas o al aislamiento de dichas zonas. Por consiguiente, el envío a estas zonas se convierte en un verdadero dolor de cabeza. Los especialistas en logística de la empresa tendrán que pensar en los medios más adecuados para transportar sus mercancías. También tienen que tener en cuenta que el envío tardará mucho más de lo previsto.
En resumen, existen tres grandes retos para el transporte internacional de mercancías. Estos son: las precauciones particulares que hay que tomar al transportar las mercancías, las limitaciones reglamentarias que hay que cumplir y, por último, las dificultades relacionadas con la situación geográfica. Ante estos problemas, los especialistas en logística plantean soluciones en función de la naturaleza de los envíos que deben realizar.