En la actualidad, varias compañías de vehículos fabrican aviones y dedican su investigación a las innovaciones en el transporte. Los resultados de estas investigaciones están empezando a surgir e invadirán nuestras carreteras en el futuro cercano. Los ejemplos incluyen los camiones eléctricos fabricados por Tesla o el avión equipado con turbinas eólicas o paneles solares.
Automotriz a la vanguardia de las innovaciones en el transporte
Algunos modelos de automóviles que solo funcionan con la ayuda de una batería eléctrica ya están presentes en las carreteras, con un rango de más de 300 km. En París, el sistema Autolib tiene 3.000 vehículos eléctricos en alquiler, que operan con 1.000 estaciones de carga. En este caso en particular, la innovación no solo es tecnológica, ya que es la primera experiencia de esta escala en el mundo.
Para que este sistema funcione correctamente, también era necesario innovar la forma en que se mueven. El objetivo es tomar conciencia del cambio climático y reducir los gases de efecto invernadero.
Durante mucho tiempo, gran parte de la contaminación del aire se ha atribuido a las partículas de los vehículos térmicos. En el área terrestre, son los grandes camiones que transportan toneladas de productos y viajan conectando grandes ciudades los causantes de esta situación. Bajo esta presión ambiental, las innovaciones en el transporte han crecido de manera exponencial. Es el caso del fabricante Tesla, que presentó a fines de 2017 sus camiones eléctricos que ya habían recibido pedidos anticipados de empresas de transporte canadienses como Walmart y Lablaw. Asimismo, los autobuses eléctricos ya han estado presentes en el continente americano desde 2014. El siguiente paso será conducir de forma independiente, varios fabricantes como Tesla, BMW o Renault ya se han adelantado.
Las innovaciones en el transporte aéreo
El desarrollo de las energías renovables se verá acelerado con el auge de la aeronáutica, que se está volviendo cada vez más eco-responsable. A raíz de estos avances, ya han surgido los primeros proyectos como Solar Impulse. Se trata de una compañía suiza fundada en 2003 por Bertrand Piccard y André Borchber. En ella se fabricaban aviones con asientos únicos que volaban con energía solar, capaz de cubrir pequeñas distancias sin combustible. Más tarde, en el año 2016, se lanzó el avión Solar Impulse 2 con una primera gira mundial en la que fueron partícipes 4 personas. Esta iniciativa fue clave para la creación posterior de una aeronave por parte de Progress Eagle, lanzada por la firma de investigación Oscar Viñals. Un vehículo con una apariencia inusual, capaz de transportar pasajeros como un Airbus 380. Su salida está prevista para el año 2030 y funcionará con energía eólica que permitirá liberar combustibles fósiles.
El barco del futuro funcionará utilizando un panel solar
En octubre de 2017, Energy Observer se presentó al público en Burdeos. Es un barco que funciona completamente con energía renovable. En su techo, hay paneles que recogen los rayos solares y los convierten en energía. Debido a que el viento sopla más en el mar, el Voltaic también ayudará a alimentar el barco.
Energy Observer también puede navegar a 28 km/h. Sus diferentes fuentes de energía le permiten avanzar de forma independiente. Fruto de una investigación apasionada, esta nueva tecnología pavimentará el camino para la fabricación de barcos de transporte de carga eléctrica.
Estas son algunas de las innovaciones en el transporte del futuro. Ahora la cuestión es, ¿están las empresas tencnológicamente preparadas para afrontar estos nuevos retos?