La última milla es el tramo más importante de una cadena de distribución. Cuando está bien optimizado, le brinda al cliente mejores condiciones de entrega y satisface sus expectativas. Sin embargo, antes de eso, la entrega de última milla supone un gran esfuerzo para las empresas. Los administradores de la cadena de suministro se enfrentan, por tanto, a un gran reto. Tienen que encontrar formas más eficientes de gestionar la logística de última milla. ¡Y esta no es una tarea fácil! Descubramos los retos y las soluciones que existen en torno a la última milla.
Los retos ecológicos y económicos derivados de la entrega de última milla
Como su nombre lo indica, la última milla es el último eslabón de la cadena de distribución. El paquete abandona el transporte en grandes volúmenes para ser entregado al consumidor final. Este procedimiento, aparentemente inocuo, plantea dos grandes retos a las empresas.
Costes unitarios que aumentan de forma exponencial
Con el transporte masivo, las empresas alcanzan considerables economías de escala. Lo contrario ocurre con la logística de última milla. Para cada paquete hay que preparar un método de entrega específico. En consecuencia, los costes unitarios de los paquetes aumentan progresivamente a medida que el pedido se acerca al consumidor final.
Los costes de última milla constituyen una gran carga para las empresas. Tan sólo este eslabón de la cadena de suministro supone una media del 20% del coste total del transporte de paquetes. El precio que hay que pagar es aún más considerable si la distancia que debe recorrer el paquete para ser entregado es considerable.
Un impacto medioambiental significativo
La gestión de los exorbitantes costes unitarios no es el único reto que plantea la logística urbana. También hay que tener en cuenta el aspecto medioambiental. Según un estudio realizado en París, uno de cada cinco vehículos se utiliza para el transporte de mercancías. Como resultado, la entrega de paquetes es responsable de cerca del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por tanto, no basta con reducir los costes unitarios. Los especialistas en logística también deben encontrar soluciones de entrega en zonas urbanas que sean más respetuosas con el medio ambiente. Se trata de un reto importante, teniendo en cuenta el crecimiento exponencial del comercio electrónico en los últimos años.
Las soluciones aplicadas para hacer frente a estos retos
Para reducir las externalidades negativas de la última milla, los expertos en logística urbana ya conocen más o menos qué mecanismos se pueden utilizar. Han encontrado soluciones innovadoras que benefician a las empresas, a los consumidores y al medio ambiente. Estas soluciones incluyen
- Reagrupamiento de las entregas. Consiste en utilizar el mismo vehículo para prestar el servicio a diferentes expedidores en función de la zona de entrega;
- El uso de vehículos de transporte limpios. El uso de vehículos de transporte limpios. En este caso, se trata de privilegiar los vehículos silenciosos y que funcionen con energías limpias para garantizar las entregas. Estos nuevos métodos de entrega se están ensayando actualmente;
- Uso intensivo de la tecnología, sobre todo para planificar los trayectos o incluso la entrega. Los drones de reparto utilizados por Amazon o DHL son un ejemplo elocuente;
- Casilleros automáticos;
- Click and Collect.
La gestión de la logística urbana de última milla es un pilar estratégico que dinamizará la cadena de suministro y aportará beneficios a las empresas. El año 2022 estará probablemente marcado por la multiplicación de acciones que vayan en esta dirección.